Hablar con mi mascota; la comunicación perfecta

Si tienes una mascota como mejor amigo de seguro que en más de una ocasión has hablado con él. Basta con decirle ¿Qué quieres? ¿Comida? ¿Vamos a pasear? Y dependiendo de su inteligencia y de la compenetración, él te entenderá más o menos.

Los animales, donde está incluida también nuestra especie, utilizan sus cuerpos y cuerdas vocales de distintas y variadas maneras para expresar sus pensamientos y sentimientos.

¿Qué me estará diciendo con su mirada?, ¿porqué hace ruidos a mi espalda? Cómo podré comprender lo que realmente quiere expresar? Primero que todo recuerda que tu mascota es un animal social al que le encanta complacerte y también que le prestes atención, así que estará más dispuesto que tú a colaborar en esta conexión. Tan sólo hay que saber cómo hacerlo.

Aprender a comunicarte entre especies y en especial con tu mascota fortalecerá tu vínculo y relación con el animalito. Y es posible que busques formas en las que no solo entiendas los mensajes de tu mascota, sino que también puedas comunicarle una respuesta.

La conexión universal. Tan sólo con miradas, gestos y actitudes, y sin decir una palabra, conseguimos directa conexión con los animales. Conocerlos, sentir sus gemidos o gruñidos, comprender si le gusta o le molesta algo, conocer si está contento o alterado.

La comunicación gestual, no verbal, es tan importante como la verbal y se usa a menudo para el entrenamiento de animales de compañía para que aprendan a hacer una determinada actividad.

Aprender a comunicarte con tu mascota o cualquier otro animal tomará tiempo, ya que el animalito necesita entender tu lenguaje corporal y sonidos tanto como tú necesitas entender los suyos. Debes ser paciente y perseverante, no aceleres el proceso.

Habla con tu mascota. Aunque es probable que -en un comienzo- no entienda exactamente las palabras que dices, tu mascota irá conociendo los distintos tonos del sonido de tu voz y tu lenguaje corporal cuando le hablas.

La conexión con la mascota a través de la comunicación es esencial en nuestra especie y donde éstos han logrado adaptarse fácilmente. Hablar con los animales siempre ha ayudado a brindarles orientación y seguridad, una mascota sentirá tranquilidad y conexión con los demás seres, mientras tu logres con suaves tonos de voz conseguir calmarlos si se sienten ansiosos o atemorizados.

Si a tu mascota le hablas con tono severo, es muy probable que aprenda rápidamente a conocer tu estado de molestia por su comportamiento. Asimismo, hablarle con autoridad al darle una orden, distinguiendo de la anterior, será muy probable que comprenderá que debe seguir las instrucciones. Y felicitarlo verbalmente por sus buenos actos también es muy útil.

#Exóticos & #Salvajes

En el caso de los conejillos de Indias, éstos tienden a ser animales que realizan muchas vocalizaciones. Pueden hacer sonidos agudos como chillidos o silbidos según el estado de ánimo, tanto para indicar que se siente emocionado o bien que espera un evento emocionante -hora de la comida o de juegos-, un sonido agudo e intenso se conoce como “chillido”. Mientras que los ronroneos de un conejillo de Indias pueden expresar variadas emociones como la alegría con un ronroneo profundo y relajado; de agitación con un ronroneo agudo; o de miedo expresado con un ronroneo corto y ansioso.

En los casos de agresión o ira, es muy probable que el animalito comience a trinar, momento adecuado donde hay que brindarle espacio, pero no evitarlo.

Recuerda que no con todos los animales obtendrás una comunicación con resultados efectivos, y muchos menos al primer intento. En el caso de los animales cuya categoría son exóticos o salvajes debes mantener un cierto criterio de acercamiento y tipo de comunicación. No intentes aproximarte a un animal salvaje para comunicarte con él, especialmente si no estás familiarizado con su lenguaje corporal o vocalizaciones. 

Sin castigos

Hacer que el mal comportamiento sea menos deseable y que el comportamiento correcto sea más deseable a menudo funciona para disuadir a tu mascota de comportarse mal. Por ejemplo, los felinos, no necesariamente vinculan el castigo con el comportamiento por el cual recibieron el castigo.

Castigar a tu mascota nunca es una buena idea, quizás logres conseguir que te tenga miedo y -con un mal o constante uso de este- es probable que reduzca la confianza y el respeto que antes te tenía, llegando a ignorar tus actitudes.

#revistamimascota

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