Cuando se sufre la pérdida de un ser querido se genera un desconcierto, no saber que hacer en una situación difícil; la perdida de una mascota no es sólo la perdida de alguien que nos hizo reír o pasar bellos momentos, significa la perdida de alguien que forma parte de nuestra familia y su destino final es de mucha importancia. Y llegó ese momento, qué hago ahora?
Con el objeto de superar de mejor manera la muerte de una mascota e incentivando la tenencia responsable hasta el final, el mercado chileno ofrece cada vez más opciones en servicios de cremación. Atención al domicilio o lugar del suceso, servicios de traslado del animalito, variedad en tipos de incineración y del retorno del sus restos en un ánfora completamente sellada. Tan sólo depende de lo que el dueño de la mascota este buscando, asegurando una excelente alternativa para el bienestar de nuestra familia y continuidad de nuestro cariño hacia el animal que seguirá entre nosotros.
Cementerios v/s Crematorios + Ánforas
Al aumento de la población en las grandes ciudades, y el aumento de mascotas en los hogares del país, la necesidad de espacios adecuados para dejar los restos de los seres que dejan de vivir es una gran inquietud. Para las mascotas son pocos los cementerios existentes en el país (2) mientras que el servicio de crematorio toma cada vez más importancia por su efectividad, higiene y por sobretodo su permanencia junto a quienes han sido su familia.
En nuestro país, la cremación de los animales de compañía y en especial de mascotas, no es un servicio nuevo. Las existentes tienen años de experiencia, y cada una se caracteriza por su tipo de cremación, ya sea individual o colectiva, más servicios adicionales como retiro-entrega del cuerpo, como el tipo de Ánfora a utilizar. (más información en Ánforas Chile )
Para que el servicio de cremación de mascotas pueda ejercer con sus sellos y certificados al día, los dueños de los crematorios deben cumplir con las normas y certificaciones, en especial las regulan en el tratamiento de ‘residuos patógenos’, entre los que se ubican los animales. En éstas se establece la necesidad de tener un certificado ambiental anual y se fijan estándares de calidad ambiental para que no se contamine el suelo, el agua, el aire con la emisión de gases producto de la incineración.