El Salvador mantiene un estado de excepción desde 2022 para combatir a las pandillas, pero organizaciones internacionales denuncian que también se usa para silenciar voces críticas.
Más de 87,000 detenciones y casos de torturas, malos tratos y violaciones a derechos humanos han sido reportados durante el régimen de excepción de El Salvador, incluyendo más de 400 muertes en cárceles. Según un índice de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), El Salvador está en el grupo de países con el mayor riesgo de tortura.
La medida fue aprobada como extraordinaria el 2022, tras un fin de semana con más de 80 homicidios. De acuerdo con la actual administración gubernamental, el régimen de excepción ha permitido combatir a las maras, liberar territorios del dominio pandilleril y reducir significativamente los homicidios en el país, considerado por años como uno de los más violentos del mundo.
Pero, a la fecha, diversas organizaciones humanitarias han recibido más de 6.400 denuncias de violaciones a derechos humanos, principalmente por detenciones arbitrarias y torturas, y reportan más de 400 muertes de detenidos bajo custodia estatal, la mayoría con signos de violencia, según han denunciado.
Tal es el caso de la organización Amnistía Internacional (AI) señaló recientemente que, con el inicio del segundo mandato presidencial de Bukele, “El Salvador ha experimentado un alarmante incremento de hostigamiento, persecución y criminalización de personas defensoras de derechos humanos, periodistas, activistas, voces críticas y organizaciones de la sociedad civil”.
Samuel Ramírez, coordinador del Movimiento Víctimas del Régimen (Movir) -una organización que brinda asesoría legal gratuita- opina que el régimen de excepción “ya no es para combatir a las pandillas, sino para contener el descontento social y popular”. Además, dice en declaraciones a la agencia informativa EFE que la implementación de esta medida “dejó de ser un tema de seguridad para pasar a ser político”.
De acuerdo con Ramírez, el estado de excepción “ahora se entiende como un mecanismo que le genera (al presidente) gobernabilidad”, porque, indica, “la gente tiene miedo a manifestarse, a protestar, a denunciar y eso es lo que busca el Gobierno, que nadie se pronuncie o denuncie”.
Fuente: https://forbescentroamerica.com/2025/07/11/el-salvador-regimen-de-excepcion-permanente-torturas-y-detencion-de-criticos-de-bukele